sábado, 27 de febrero de 2010

-PUBLICIDAD POLITICA- Asalto Vandálico.

El espíritu del ser humano se impregna, inconscientemente, del ambiente que lo rodea, y en el cual transcurre su diario vivir. Somos permeables a nuestro hábitat y su deterioro se fija en nuestro interior, produciendo gran desazón y avivando la agresividad del ciudadano.

La violencia no solo se refiere a los ataques físicos que pueden sufrir los individuos o las colectividades. En ese territorio cabe el deterioro del entorno en que desarrollamos nuestras actividades diarias.

Si un candidato considera que puede atropellar el derecho de los ciudadanos, deteriorando sistematicamente el entorno que habitamos, yo les digo qué esas acciones les impiden moralmente representar a dichos ciudadanos.

¿Como es posible que para llegar a dirigir la ciudad, primero tengan que destrozarla?.

Tan solo por el hecho de ser candidatos, se sienten superiores de los demás ciudadanos, que pueden pasar por encima de todos nosotros. Por esto, y mas cuestiones, los que logran obtener el favor del publico y salen elegidos, se sienten que mas que servidores públicos, el publico esta para servirles a ellos.

Cuando un ciudadano emprendedor, que posee una empresa o negocio, con la cual genera empleo y tributa al estado, desea promocionar un bien o servicio, y decide, como estrategia publicitaria, el uso de pasacalles, este honesto ciudadano debe ceder el 30 % de la superficie del elemento para difundir el lema o la campaña de turno de la alcaldía ídem, y cancelar el respectivo impuesto municipal.
Luego paga, para que se encarguen de la instalación, una baja suma al cuerpo de bomberos voluntarios (esta es una de las pocas entradas que bien se merece ese cuerpo de ayuda civil), y con ellos se definen los puntos específicos de ubicación, según la normatividad vigente en la ciudad.

Todo esto se lo pasan por la faja los señores de la política. Ni un peso para los Bomberos, ni impuestos, ni permisos, ni nada.
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Ellos, amos de la Ciudad y la Región, sueltan a sus jaurías de muchachos, para que balde en mano o en camionetas atestadas de elementos publicitarios, recorran la ciudad e invadan a sus anchas lo que nos corresponde y pertenece a todos.

Como hecho anecdótico, luego de tomar la fotografía superior, me dirigí al policía que en ella se ve, y le pregunte si la ubicación de elementos ajenos en el espacio publico era permitido, a lo cual respondió: ¡NO VE QUE ES DEL DOCTOR!.




No estuvo a salvo ningún poste de luz o teléfono, ni el mobiliario urbano, ni barrios, ni avenidas, ni tan siquiera la naturaleza. Mucho menos tramo alguno de la avenida Libertadores.

En esta campaña, todos nosotros hemos sido victimas, del salvaje asalto vandálico de los políticos.

1 comentario:

  1. ''Que la basura quite los afiches pendones y pasacalles'' Exceso de contaminación visual.

    rodrigoSANDOVAL

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